jueves, 30 de junio de 2011

Simón Bolívar Como Persona

Era un intelectual ante todo y excelente conversador, dominaba 3 idiomas y se expresaba con fluidez y soltura amenizando la charla con anécdotas y citas históricas y de los filósofos latinos y griegos.

Era cordial pero enérgico con sus subalternos a quienes trataba con amabilidad pero sin perder el control del rango ya que era un militar ante todo. Siempre se le representa con uniforme militar de usar, pero gustaba de vestir de paisano y usaba sombrero tejido y de ala ancha porque permanecía mucho tiempo a la intemperie. Era un gran jinete de a caballo, fue el mejor jinete de la Academia de Aragua (propiedad de su abuelo) a solo 13 años de edad y era diestro al disparar y con el manejo de la espada y el sable.

Tenía costumbres muy sanas, cuidaba de su persona en cuanto a pulcritud en un grado casi mínimo. Un secretario y un ayudante se encargaban de mantenerle ropa limpia, botas lustradas y era considerado y amable con la servidumbre. 

Era muy parco en el comer, no se excedía en el beber y podía soportar largas jornadas sin tomar otro bocado que una fruta o simple agua. Gustaba de dormir en hamaca (cama colgante) y solo lo hacía por pocas horas (máx. 4 ó 5), dedicaba mucho tiempo a la lectura, a responder correspondencia y a reuniones con sus subalternos a quienes rendía por las largas jornadas de trabajo que soportaba.

Era muy galante con las mujeres quienes no podían resistir la atracción magnética de su carácter y su porte a pesar de ser corto de estatura (solo 1.62 cm) pero se dice que quienes le conocían quedaban muy impresionados con su gallardía, su hablar seguro y sereno y sobre todo con el carácter domable ante cualquier dificultad o contrariedad, se imponía ante cualquier auditorio y sabia argumentar con facilidad para defender una posición o imponer una idea.

Era experto en dialéctica, conocía la técnica de convencimiento y razonamiento de los maestros griegos y la usaba como una herramienta de convencimiento frente a sus oponentes a quienes vencía fácilmente en base a un razonamiento lógico y dialéctico.

Acostumbraba a dormir al exterior y rápidamente cambiaba de sitio en medio de la noche lo cual lo llevó a salvar varias veces la vida de la mano asesina de sus enemigos, en Jamaica, en Bogotá y en el Rincón de los Toros cuando un comando realista que lo atacó en la madrigada y erraron el golpe por la costumbre de dormir en sitios diferentes a los habituales.

Se ha dicho que era "mujeriego", pero solo se le conoce una hija nacida en una joven de raza negra que lo acompañó varias noches atravesando el cañón de Patía al sur de Colombia, sin embargo se ha dicho que las mujeres se disputaban una noche con el Libertador.

Cuando murió en su testamento deja pocas propiedades, una mina en Aroa y una casa, pero su familia y él como heredero llegó a ser una de las familias más ricas de Caracas y de la Capitanía, es decir, que entregó toda su fortuna a la lucha por la libertad de América. 

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